Textil
Cortinas, textil. Ideas para decorar con cortinas. Cortinas, tendencias e ideas de decoracion. Novedades en el mundo del textil.
Todos conocemos el lenguaje propio de la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada: nubes, corazones, estrellas, y todo ello en colores vivos y alegres. Sus diseños desprenden optimismo, alegría y vitalidad, y ahora también los podemos encontrar en alfombras para los dormitorios de los más pequeños de la casa.
Aparecen en los blogs de diseño, unas cortinas totalmente originales, que ya no precisan de ningún mecanismo, para poder ser recogidas de la forma más caprichosa.
El diseñador suizo Florian Kräutli, ha logrado con mucho ingenio y poca complejidad, unas cortinas
Una alfombra colocada estratégicamente en el salón puede convertirse en la protagonista de una decoración cuidada hasta el último detalle. Nos servirá para resaltar la zona de sofás o la zona de comedor, y además para crear una separación de ambientes en la misma habitación. Es por eso, que la firma DAC nos acerca el glamour de las pasarelas, a nuestro hogar a través de un objeto cotidiano.
Las alfombras, son un complemento muy acertado para nuestra vivienda, logrando crear calidez, absorber reverberaciones en espacios muy amplios, dar un toque de color o resaltar un espacio creando un cambio en el pavimento y por tanto enmarcando dicha zona.
Existen diseños poco funcionales, los cuales adquirimos mientras están de moda, sin pensar en su utilidad. Esto también sucede con alguna de las últimas tendencias, en las que predomina la estética sobre la funcionalidad. Como ejemplo de esto, vamos a analizar los dormitorios actuales.
Sólo hay que hacerse con una revista de interiorismo, o cualquier catálogo de tienda de muebles para observar que todos los dormitorios siguen la misma estética: Camas bajas, cabeceros tapizados y mesitas a ras de suelo. Pero esta tendencia, influenciada por oriente, ¿es realmente práctica? Pues, seguramente, a más años tenga el dueño de este dormitorio, menos práctica le parecerá.
A quién no le ha pasado, que ha ido a un restaurante y que ha salido con un dolor de cabeza y no por haberse pasado en la bebida, sino por el increíble ruido a cubiertos, platos, conversaciones nada interesantes y otros varios, que nos obliga a gritar al que tenemos enfrente, para poder hablar por encima de los múltiples ruidos ambientales.