Hotel Mandarin. Diseño, lujo y mal servicio.
El grupo hotelero Mandarin Oriental Group ha contado con la colaboración de la diseñadora Patricia Urquiola para crear un interiorismo de lo más contemporáneo y lujoso, para su hotel de Barcelona, y tengo que reconocer que ha logrado una decoración espectacular, lástima que el servicio no esté a la altura.
Paseando con un amigo por Paseo de Gracia decidimos ir a tomar algo a la terraza de este hotel. Entramos tranquilamente por la pasarela y una vez dentro y viendo que ni el recepcionista, ni ninguna de las personas del hotel, nos hacían ni caso, decidimos investigar por nuestra cuenta, hasta encontrar la terraza que estaba cerrada. Claro. Es que es invierno!!! Aunque esta aventura nos permitió pasear libremente por todos los pasillos y recovecos del hotel.
Finalmente decidimos sentarnos en la cafetería del sótano. Pedimos dos cafés con leche y decidimos coger unas pastitas del bufete. Cuál fue mi sorpresa cuando todos los clientes cogían las pastas y pastelitos con las manos a falta de pinzas. Os parecerá una tontería pero os tenéis que imaginar al grupo de mujeres vestidas de punta en blanco y con sus zapatos de taconazo cogiendo las cosas con la mano. Además tampoco había servilletas.
Para seguir en la línea, aparece el camarero con solo un café con leche, en vez de dos, y al darse cuenta de su error, me da el café a mí y sin decir nada sale disparado hacia la barra. Pues en el camino debió olvidarse de para que volvía a la barra porque 10 minutos más tarde mi amigo seguía esperando su café y el mío ya se había quedado frio. Por fin, y después de volvérselo a recordar, logramos tener los dos cafés en la mesa.
Era evidente y tampoco esperábamos que fuera barato. Cuando el camarero trae la cuenta, muy caballeroso él, me la entrega a mí. Como podéis ver el servicio no era muy habilidoso, aunque el lugar vale la pena. Por lo menos una vez en la vida.
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